Juan 3, 7-15
El Espíritu del Señor llega hasta nosotros sin ruido, como la brisa fresca, como una caricia, sin que sepamos de dónde viene ni para dónde va.- Por eso debemos tener los ojos abiertos y el corazón dispuesto para poderlo sentir y dejarnos acariciar por Él, dejarnos inspirar por Él, dejarnos consolar por Él, dejarnos fortalecer por Él. Y entonces sentiremos que el Reino de Dios, la Buena Nueva del Maestro, ya ha llegado hasta nosotros y está aquí para quedarse. Y siempre que tropecemos y encontremos obstáculos en nuestro camino, bastará con que alcemos la mirada hasta la Cruz del Monte Calvario, hasta el Hijo del hombre levantado, y todo será resuelto, porque "todo el que crea tendrá por Él vida eterna".
Propósito: Hoy procuraré no apartar la vista de la Cruz de mi Redentor.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Abril 10 de 2018
J. RUIZ
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