Marcos 16, 9-15
"... y les echó en cara su dureza de corazón, porque no les habían creído a los que lo habían visto resucitado".- Y, pensando un poco ¿sería que, si hubiéramos sido nosotros, habríamos creído? Fueron sucesos tan fuera de lo común los que rodearon todo aquello, que talvez no lo hubiéramos hecho. Aún hoy, después de que más de veinte siglos de maravillas lo confirman y lo atestiguan, nos mostramos reacios a creer. Es porque nos falta amor. La fe, para poder creer, nace del amor con que recibamos ese don. Y hasta que el Espíritu Santo no nos abra los ojos del corazón para entender el encuentro personal con el Señor, no vamos a comprender la infinitud de la Misericordia del Padre que no conoce límites ni hace acepción de personas para prodigar su gracia. Y entonces, la alegría de esa fe por amor, nos hará comprender también la necesidad de salir a atestiguar y compartir con el mundo la Buena Nueva, y porque esa es nuestra misión: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura".
Propósito: Hoy mostraré mi alegría de ser cristiano siendo amable con los que me rodean.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Abril 22 de 2017
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario