"...En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: en verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará".
Juan 12, 24-26
Hay que morir para poder dar fruto.Esto suena bastante dificultoso en este mundo de hoy en el que impera un relativismo desaforado por el cual, hasta las más incrébles componendas se pueden pactar y justificar. Nos olvidamos de que las leyes morales, impresas en el corazón del hombre, son inmutables y de que ninguna ley civil podrá anularlas con el peso de su letra muerta. Los cristianos, y en general todos los hombres, debemos ser grano de trigo listo y dispuesto a morir para poder germinar en frutos opimos y abundantes. En las noticias internacionales de estos días se están multiplicando las que nos cuentan de cristianos sacrificados por sus creencias. Es una buena señal de que la sangre de los mártires, como San Lorenzo, cuya fiesta celebramos hoy, sigue dando frutos para gloria de Dios y bien de la humanidad.
Propósito: Hoy procuraré prestar atención verdadera a los que me rodean sin esperar nada a cambio.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Agosto 10 de 2016
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario