![Vete, que tu hijo vive](https://blogger.googleusercontent.com/img/proxy/AVvXsEgxXCv-gPiKih0WpudVGTObL8krVgb39OLZ-YayOb82k0iQn3eDjQDtSKlX8cUE2jjxELM03aRCyXRHX8xst6f5Nt4kLYqaJ8mxQLKLmQgw1mbbu8JVlhJL_XXv0HZq2Lr8uv2q-EIMuAyJ5t-9LhlTydyaPXcHcyow6zzuqyXcLcEhM846TVu0uG2a5toJY5zJyg8=s0-d-e1-ft) |
Vete, que tu hijo vive |
"...Pasados los dos días en Samaria, partió de allí para Galilea. Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm. Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue donde él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque se iba a morir. Entonces Jesús le dijo: Si no veis señales y prodigios, no creéis. Le dice el funcionario: Señor, baja antes que se muera mi hijo. Jesús le dice: Vete, que tu hijo vive. Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía. Él les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre. El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: Tu hijo vive, y creyó él y toda su familia. Esta nueva señal, la segunda, la realizó Jesús cuando volvió de Judea a Galilea".
Juan 4, 43-54
Si queremos que las cosas pasen tenemos que tener fe en el poder infinito de Dios y en su bondad sin límites, que, si han de ser para nuestro beneficio, siempre estará realizándolas. El, en su sabiduría, siempre sabe qué es lo más conveniente a nuestra vida espiritual, y en su bondad y misericordia, nunca dejará de concedérnoslo. Creamos, creamos de verdad, no sólo de palabra sino con el corazón, y veremos cuan grande y bueno es el Señor. Y ese don maravilloso de la fe, no lo guardemos egoistamente sólo para nosotros: proclamémoslo y compartámoslo con los demás.
Propósito: Hoy haré un acto de fe sincero y consciente en la bondad y en el poder del Padre.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Marzo 31 de 2014
J. RUIZ
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