Toma tu cruz y sígueme |
Marcos 8, 34-9,1
"¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida?" Esta frasecita desveló toda su vida a San Ignacio de Loyola, fundador de los Jesuitas, y a San Francisco Javier, uno de sus primeros seguidores, hoy Patrono Universal de las Misiones (con Santa Teresita del Niño Jesús) y Patrono nuestro, en la Parroquia de Turbaco. Los trasnochó y los hizo llegar a la cumbre de santidad a que llegaron, cargando cada uno, con alegría y decisión, la cruz que el proyecto del Padre les deparó. Esa cruz que es instrumento de tortura, sufrimiento y derrota, pero que, después de la muerte sublime de Jesús en ella, se convirtió en símbolo glorioso de su victoria total sobre todos esos males y sobre la misma muerte. No nos avergoncemos, pues, de ella, ni de que sepan que somos cristianos, ni de que se den cuenta que llevamos nuestra Biblia y leemos su Palabra para intentar vivirla en amor a Él y a nuestros hermanos.
Propósito: Hoy llevaré con alegría la cruz que me corresponda.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Febrero 21 de 2014
J. RUIZ
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