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| Segunda multiplicación de los panes |
"...Por aquellos días, habiendo de nuevo mucha gente y no teniendo qué comer, llama Jesús a sus discípulos y les dice: Siento compasión de esta gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Si los despido en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino, y algunos de ellos han venido de lejos. Sus discípulos le respondieron: ¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto? El les preguntaba: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos le respondieron: Siete. Entonces él mandó a la gente acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete panes y dando gracias, los partió e iba dándolos a sus discípulos para que los sirvieran, y ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos pocos pececillos. Y, pronunciando la bendición sobre ellos, mandó que también los sirvieran. Comieron y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes siete espuertas. Fueron unos 4 mil; y Jesús los despidió. Subió a continuación a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanutá".
Marcos 8, 1-10
La constante preocupación de Jesús por los suyos está presente en esa compasión que siente por ellos, las gentes de aquella época que le seguían, y por nosotros. Siempre la divina Providencia del Padre que todo lo va previendo, porque Él conoce todas nuestras necesidades y la manera más acertada de satisfacerlas, teniendo en cuenta permanentemente el compartir lo poco o mucho que podamos tener, con los que no tienen nada o no tienen lo suficiente. Y esto, no sólo en el plano espiritual, sino hasta en las cosas materiales. Basta con que colaboremos con lo que buenamente podamos, pero sin egoísmos, con amor y espíritu de servicio, para el mejorestar de todos.
Propósito: Hoy estaré dispuesto a compartir con quien lo necesite.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Febrero 15 de 2014
J. RUIZ
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