UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Dar a conocer el Reino de Dios    "...Jesús les decía también: ¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es para ponerla sobre el candelero? Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto. Quien tenga oídos para oír, que oiga. Les decía también: Atended a lo que escucháis. Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará".            Marcos 4, 21-25        Si hemos acogido a Jesús y su Palabra en nuestro corazón, esa luz que Él es, se debe reflejar y debe brillar en todos nuestros actos: no es posible ocultarla. Ni es posible que queramos ocultarla voluntariamente colocándola debajo de la cama o de una caja. No. Debemos colocarla en una parte alta, donde ilumine nuestro camino y el de los demás. La Palabra de Dios, como la luz que ella refleja, debe alumbrar y disipar las tinieblas que aún persisten en el mundo. Por eso no debe apenarnos que los demás sepan que somos cristianos; que todo lo que hacemos por los demás, lo hacemos por Jesús, porque así lo quiere Él y ésa es la voluntad del Padre. Propósito: Hoy procuraré hacer visible la luz que refleja la presencia liberadora de Jesús en mí.                        ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                         Jueves. Enero 30 de 2014 J. RUIZ