UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Segundo testimonio de Juan    "...En aquel tiempo, vio Juan el Bautista a Jesús venir hacia él y dice: He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es por quien yo dije: Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo. Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel. Y Juan dio testimonio diciendo: He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él. Y yo no le conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo. Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios".                                                                   Juan 1, 29-34        Este tiempo de Navidad e inmediatamente el posterior a ella, son propicios para reflexionar sobre el testimonio que debemos dar de las cosas que creemos y cuyo acontecimiento acabamos de conmemorar. Es un testimonio de palabra y de forma; de proclamación de las cosas que conocemos y de nuestra forma de vivir de acuerdo a ellas. Es un testimonio de alegría, porque las cosas que han ocurrido son todas maravillosas y nos han traído sólo bienestar espiritual: nos han rescatado del abismo del pecado en que estábamos por nuestra culpa; nos han hecho hijos de Dios y herederos de su Reino. Sólo tenemos, pues, que acogerlas en nuestro corazón, como María, meditar en ellas, vivirlas y compartirlas con todos los que, anhelando conocerlas, no han tenido la oportunidad de hacerlo. Propósito: Hoy haré una reflexión sobre el significado de ser hijo de Dios y heredero de su Reino.                         ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                          Viernes. Enero 3 de 2014 J. RUIZ