Mateo 22, 1-14
Toda invitación a una fiesta debe agradecerse con la presencia adecuada en ella.- Los invitados de esta parábola pueden representar a cada uno de nosotros en la forma de recibir la invitación que Jesús nos hace a su boda: "muchas gracias, pero no puedo porque compré una finca y tengo que ir a recibirla"; muy agradecido, pero tengo un negocio pendiente que no puedo posponer ya más"; "y ese milagro que me invita, ¿qué será lo que quiere?". O también podemos presentarnos en la fiesta de vuelta de nuestros asuntos, sin lavarnos, ni vestirnos, ni cuidar de una presentación adecuada a las circunstancias. Y entonces podremos ser rechazados, porque Él tiene la mejor buena voluntad de compartir con nosotros su gloria y su felicidad, pero si nosotros no acogemos su invitación con aprecio y alegría y vamos como por no dejar, no estamos agradeciendo, y Él tendrá toda la razón en cerrarnos la puerta que con tanto gusto nos había abierto. Agradezcamos desde el corazón la invitación gratuita del Señor y asistamos como corresponde a ella. Y podremos disfrutar de su eterna fiesta.
Propósito: Hoy mi alabanza será de agradecimiento sincero al Señor por su llamado a acompañarle en tantos momentos felices.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Agosto 22 de 2019
J. RUIZ
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