Mateo 7, 21-29
El edificio de nuestra vida cristiana, si no queremos que se derrumbe, debe estar cimentado en la Palabra de Dios.- Y esa Palabra, la primera y principal, es el amor a él y a los demás, hecho svicio. Esa Palabra es la Roca firme sobre la cual nuestra construcción podrá soportar los embates de los vientos y tempestades de la vida, sin siquiera tambalearse. Cuando nosotros amamos, la palabra del ser amado, es, para nosotros, ley, mandato, camino, luz. No existe otra, ni hay dificultad que pueda desviarnos de su cumplimiento. Así debemos amar a Jesús: hasta hacer de su Palabra, nuestra vida, nuestro camino, nuestra meta y que siempre vivamos sumergidos en ella, con la ayuda de su Espíritu Santo, que nunca nos será negada.
Propósito: Hoy, con la ayuda del Espíritu Consolador, revisaré si mi vida interior sí tiene unas bases lo suficientemente firmes para soportar los vientos que corren.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Junio 28 de 2018
J. RUIZ
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