Lucas 1, 57-66.80
Jesús siempre anda buscando nuestra colaboración y nos pone un modelo de cómo debe ser.- Humildes y sencillos, para reconocer que no somos más que "una voz que clama en el desierto". Y valientes, para ser capaces de enfrentar hasta al mismo rey, si anda por caminos equivocados, aunque ello conlleve el riesgo de perder la vida. Y prepararnos, como Juan, en el silencio y la soledad del desierto, para conocer, entender y practicar el mensaje que hemos de proclamar. Es verdad que Juan es un modelo muy distante y hasta contradictorio de los parámetros que el mundo de hoy tiene como tales. Pero es que, tanto él como Jesús, fueron "señales" de contradicción. Y si vamos a seguirlos, también lo tendremos que ser nosotros, asumiendo los riesgos y las consecuencias que puedan venir. Tenemos que ser la voz de Jesús en dondequiera que transcurra nuestra existencia, no sólo con la palabra, sino con nuestra manera de vivirla.
Propósito: Hoy leeré sobre Juan, el Bautizador, para ver de acercarme un poco a su sencillez y valentía.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. Junio 24 de 2018
J. RUIZ
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