Mateo 5, 13-16
Sal, luz, portadores de esperanza: misión del cristiano.- Somos testigos de Jesús, de su vida, y de su Buena Noticia. Por eso Él nos nombra: sal de la tierra, luz del mundo. Y, si somos así, seremos portadores de la esperanza que nos trae su Palabra. Sal, para poner sabor en los sinsabores de la vida. Luz para alumbrar los caminos, tantas veces envueltos en las tinieblas del mundo; y portadores de esperanza, para llevar las Buenas Noticias del Señor, que siempre producen alegría y felicidad en todos los que, como Pablo, consideramos lo poco que valen las cosas del mundo en comparación con la Promesa de "cielos nuevos y tierra nueva" que comienza a tomar forma con la llegada de Cristo a nuestras vidas.
Propósito: Hoy trataré de que mi vida cause un poco de alegría a alguno de quienes me rodean.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Junio 12 de 2018
J. RUIZ
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