Marcos 9, 38-40
Ni Cristo ni su Palabra son mercancía, ni la Iglesia es una empresa de mercadeo cuya misión es venderla.- Por eso no va por ahí haciendo propaganda dirigida sólo a quienes guste el producto, para inducirlos a su consumo. La misión de los cristianos, como la de Cristo, es anunciar la manera como la vida debe ser vivida. Y ese anuncio debe ser para todos los hombres, sin importar raza, credo o nación. El cristiano debe ser católico, o sea de espíritu universal, abierto a acoger siempre a todo el que ande buscando la verdad y luchando por la supremacía del bien sobre el mal. Jesús, que fue un excluído en la sociedad en que vivió, quiere agrupar a todos los excluídos de hoy en todo el mundo alrededor de la única verdad: el bien debe triunfar sobre el mal.
Propósito: Hoy recordaré que todo el que busca hacer el bien, es de mi religión.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Mayo 23 de 2018
J. RUIZ
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