"...Discutían entre sí los judíos y decían: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre. Esto lo dijo enseñando en la sinagoga, en Cafarnaúm".
Juan 6, 52-59
Tener vida eterna es condición para poder resucitar en el último día.- Y esta vida eterna sólo nos la puede dar el que es Pan vivo, bajado del cielo. Así como nos alimentamos con pan material para que nuestro cuerpo pueda estar vivo y sano, si queremos que nuestro espíritu esté vivo y sano, tenemos que tomar el alimento espiritual con la frecuencia y la disposición necesarias, y con la fe y el respeto que se merece quien dijo: "también el que me coma vivirá por mí". Y estar permanentemente agradecidos por ese gesto tan generoso de su parte, y entender que lo hizo sólo por el amor sin límites que nos tiene el Padre.
Propósito: Hoy tendré un espacio para meditar un poco sobre todo lo que significa para mí, como cristiano, la Sagrada Eucaristía.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Mayo 5 de 2017
J. RUIZ
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