Juan 16, 12-15
La Santísima Trinidad sigue haciéndose presente en la despedida de Jesús.- Si de veras tenemos fe en Jesús, en Dios, nos daremos cuenta de que lo encontraremos en todo lo creado. Veremos que todo nos habla de Él, todo nos recuerda su presencia: la maravilla de un árbol frondoso en el camino del peregrino, la frescura de las plantas agradecidas por la lluvia y el rocío de la madrugada, el vuelo majestuoso y alegre de las aves, la alegría y espontaneidad de los niños en sus juegos, en fin, en todo, la presencia de Dios es evidente. Y es el Espíritu del Padre, el Espíritu Santo, el que nos ha de recordar su presencia omnipotente, omnisciente, misericordiosa y providente, siempre pendiente de nosotros y de nuestro bienestar, ya que somos sus hijos amadísimos, y ¿qué otra cosa quiere el Padre-Madre bondadoso, sino que sus hijos estén lo mejor posible? No nos dejemos quitar a Dios de nuestra vida diaria, pues Él es nuestra vida plena y verdadera.
Propósito: Hoy mi oración será la del hijo pródigo: Padre, perdóname porque he pecado contra tí.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Mayo 24 de 2017
J. RUIZ
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