Marcos 7, 14-23
Tengamos cuidado con qué llenamos nuestro corazón.- Porque, lo dice Jesús, lo que sale de él, es lo que nos contamina. Entonces las cosa materiales, como la comida, no lo pueden contaminar porque no pueden entrar en él, pero sí el alimento espiritual que obtenemos en lecturas, en oraciones, en actividades que realicemos, es espectáculos que presenciemos. Y si estas cosas no son buenas, nos llenan de contaminación, y de ella será lo que salga por nuestra boca para seguir contaminando a otros. Dejemos de perder el tiempo en consideraciones que sólo miran las apariencias, como tratar de determinar si el caracol es carne o es pescado, para saber si puedo o no comerlo un viernes santo. La pureza de intención se lleva en el corazón, no en la aparente limpieza del exterior, aunque no debamos descuidarla.
Propósito: Hoy trataré de que el alimento que a mí corazón llegue, sea edificante.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Febrero 8 de 2017
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario