"...Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, Jesús les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.Y añadió: Yo les aseguro que algunos de los de aquí presentes no morirán sin haber visto primero que el Reino de Dios ha llegado ya con todo su poder".
Marcos 8, 34-9,1
El seguimiento a Jesús debe ser radical.- En nuestra oración de petición generalmente sólo pedimos al Señor, favores, que nos quite las cruces del camino. Cuando lo que Él nos dijo fue: "si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame". El costo de seguirle puede parecernos alto: se trata de no dejarnos dominar por las atracciones de las cosas efímeras pero complacientes de este mundo. Disfrutar de ellas, de todas las que podamos y que no interfieran con el camino que llevamos definido, pero que no se conviertan en nuestra meta. Si lo hacemos así y si consideramos cuál es esa meta y cuál el premio por conseguirla, la Vida eterna, veremos que vale la pena cargar con nuestras cruces y más si recordamos que Él está siempre dispuesto a ayudarnos, si acudimos a Él, porque así lo dijo: "Venid a mí los que estéis cansados y afligidos que yo os aliviaré, porque mi yugo el fácil y mi carga ligera".
Propósito: Hoy recordaré que El Padrenuestro dice: no me dejes caer en tentación. Y que no dice: quítame las tentaciones.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Febrero 17 de 2017
J. RUIZ
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