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Mateo 5, 13-16
Sin sal, la comida no sabe a nada. Sin luz, no sabemos dónde estamos ni para dónde vamos,- Jesús, Palabra del Padre, es la Luz y es la Sal que dan sentido y orientación a nuestra vida. Y nosotros debemos ser reflejo de esa luz para que su brillo ilumine todos los caminos y se extienda por toda la tierra. Y lo mismo que la sal que extiende su sabor por toda la masa. No podemos, pues, quedarnos sin sabor, insípidos, ni esconder bajo la cama la luz porque se perderían sus virtudes y a nadie aprovecharían. Debemos exponerlas al servicio de los demás, para que den sabor y brillen para todos, para que así, todos puedan dar gloria a Dios por los siglos de los siglos.
Propósito: Hoy veré la mejor manera de poder reflejar algo de esa luz que gratuitamente Dios ha puesto en mí.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. Febrero 5 de 2017
J. RUIZ
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