Mateo 7, 21.24-27
La imagen de una casa edificada en la arena nos muestra claramente lo que pasa cuando, por actuaciones insensatas, llegamos a caer en el fracaso después de haber hecho grandes esfuerzos por lograr algo. Si actuamos a tientas y a locas, solamente gastando nuestras fuerzas sin tener en cuenta posibles consecuencias, si no prevemos hechos que puedan ocurrir posteriormente, vamos a dejar los cimientos de nuestra construcción flojos de anclaje que los aseguren a la roca más firme y sólida que podamos encontrar que, en el caso del cristiano, es Jesús, la Roca inamovible. Sólo si estamos fuertemente asentados en ella seremos capaces de resistir todas las tempestades y borrascas que un día puedan llegar a tratar de desestabilizar nuestra tranquilidad, la justicia y la paz del Reino que estamos empeñados en construir, en el amor de Cristo y del servicio a nuestros hermanos.
Propósito: Hoy revisaré cómo andan los cimientos de mi fe y si les hecho el mantenimiento necesario de oración y perseverancia que los mantengan en forma.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Diciembre 3 de 2015
J. RUIZ
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