Lucas 1, 39-45
A Isabel, mujer de fe, le fue comunicada por el Espíritu Santo la gran noticia de que María era la escogida por Dios para ser "la Madre de mi Señor". Y ella llama a María, "feliz", dichosa, no por eso, sino porque "ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor". Y María, en medio de la sencillez que cautivó al Padre Eterno, no se jacta, y yo creo que ni siquiera se da cuenta, de las cosas maravillosas que le están ocurriendo. Sólo cree y se alegra; y esa fe y esa alegría la traduce en servicio desinteresado e incondicional a su prima, que, también escogida para ser, nada menos que la madre de quien vendría a preparar la venida del Señor, sólo alcanza a decir "bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno."
Propósito: Hoy meditaré sobre la fe, la alegría y la humildad de María, pidiendo al Buen Dios que me ayude, de alguna manera, a imitarla.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. Diciembre 20 de 2015
J. RUIZ
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