Dichosos los que no han visto y han creído |
Juan 20, 24-29
Tomás parece que fuera un hombre de estos tiempos: sólo cree en lo que perciba por medio de los sentidos: ver y tocar, es lo que exige para poder creer. Talvez nos parezca increíble que, después de convivir y compartir con Jesús, de escuchar sus Palabras y de ver cómo vive, Tomás no crea en Él. Pero es que, como a nosotros, también a él le falta fe. Su fe todavía es muy débil y se apoya demasiado en la razón y en el mensaje de los sentidos. Pidamos al Señor que, cuando nuestra fe tambalee, no nos deje, como no dejó a Tomás. Que venga en nuestra busca y en nuestra ayuda, que aumente y fortalezca nuestra fe, para que, también como él, podamos decir: "¡Señor mío y Dios mío!", desde el fondo de nuestro corazón, y ya no seamos incrédulos sino fieles, y podamos ser dichosos.
Propósito: Hoy repetiré mi oración: "Señor mío y Dios mío, aumenta mi fe y ayuda a mi incredulidad".
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Julio 3 de 2014
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario