UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Jesús, pan de vida    "...En aquel tiempo dijo Jesús a la gente: Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed. Pero ya os lo he dicho: Me habéis visto y no creéis. Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera; porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día. Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día".                                                                                                Juan 6, 35-40        Jesús vino a hacer la voluntad del que le envió. Y ¿cuál es esa voluntad? Que no pierda nada de lo que le dio. Jesús vino fue a salvarnos porque esa era desde siempre la voluntad sempiterna del Padre. Y lo único que nosotros tenemos que poner es la fe, creer en que su Palabra es la fuente del agua que no deja que tengamos más sed; que es el alimento que no deja que tengamos más hambre y que es el único que nos da la vida que necesitamos: la vida eterna. Un corazón dispuesto a creer y a vivir esa creencia, amando y sirviendo a los demás, como dicen sus enseñanzas, sólo por amor, sin esperar nada a cambio. No olvidemos que "la medida del amor, es el amor sin medida", como dijo, creo que San Agustín. Propósito: Hoy meditaré sobre esa maravilla que es el que la voluntad de Dios sea que todos nos salvemos.                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                      Miércoles. Mayo 7 e 2014 J. RUIZ