UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Jesús, uno con su Padre

   "...Se celebraba por entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno. Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón. Le rodearon los judíos, y le decían: ¿Hasta cuándo vas a tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente. Jesús les respondió: Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno".

                                    Juan 10, 22-30

       A pesar de todos los prodigios que Jesús había hecho en la región de Galilea, los judíos le seguían preguntando: "¿Hasta cuándo vas a tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente". Y hoy, después de todas las maravillas que a través de todos los tiempos hemos venido conociendo como obra gratuita suya, seguimos haciéndonos los incrédulos, como si "no fuéramos de sus ovejas" y por eso no le conociéramos. Tenemos que "conocerle" con la verdadera sabiduría que es la fe, y ésta es un don que Él da gratuitamente a quien quiera, a quien se lo pida con el corazón abierto y desprevenido para recibirlo. Y esto se consigue por medio de la comunión, de la comunicación con Él, en el silencio de la oración y de la meditación de la Palabra.

Propósito: Hoy y cada día trataré de "conocer" mejor a Dios por la oración y la lectura atenta de su Palabra.

                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !

                                                                     Martes. Mayo 13 de 2014

J. RUIZ