![Señor, tu tienes palabras de vida eterna](https://blogger.googleusercontent.com/img/proxy/AVvXsEjCagJTjSRVpWCFTHUi5iTyhoUhin_ELANaMZeInFN58HGLqYEne3SpTrLA1AA7l1LP96fPUSP_ZLfLkWry7UcfpjSIBshRQgXjaRytLBPIMFgdjiEGUNQEV8N_fPGnAI-Oz0DpZh-jC9lSpB5rLttc7lMW3LwCmYs5zZ4W_ZXJYrox-6Ki-c5sIJ6Mzte1Y2Eh=s0-d-e1-ft) |
Señor, tu tienes palabras de vida eterna |
"...Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo? Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza? ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?... El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. Pero hay entre vosotros algunos que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y decía: Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. Jesús dijo entonces a los Doce: ¿También vosotros queréis marcharos? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios".
Juan 6, 60-69
Definitivamente la fe no es cuestión de entendimiento, de conocimiento intelectual. Entre quienes escuchaban a Jesús por los caminos y pueblos de Galilea seguramente había muchos más inteligentes y versados sobre las Escrituras que los doce que había escogido como sus apóstoles. Pero cuando las palabras del Maestro se hacen duras y talvez hasta repugnantes (eso de tener que comerse su carne y beberse su sangre...) los que siguen escuchándole, aunque no son capaces aun de comprenderlo todo, son ellos porque lo quieren y creen en Él, tienen fe en que Él no los engañaría y en que un día les hará capaces de comprenderlo en toda plenitud. Por eso siguen allí, leales y firmes, cuando todos dicen: "Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?", y le expresan, por boca de Pedro, esa respuesta maravillosa: "Señor, ¿dónde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna".
Propósito: Hoy repetiré con Pedro, desde el fondo de mi corazón: "Señor, ¿dónde quién más vamos a ir?".
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Mayo 10 de 2014
J. RUIZ
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