"...Entonces dijo Jesús a sus discípulos: Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo. Discutían entre sí los judíos y decían: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre".Juan 6, 51-58
Un alimento que nos dá vida que no acabará jamás.- Ese es el cuerpo y la sangre de nuestro Dios hecho hombre que, por amor, ha decidido hacerlo así para participarnos su propia eternidad y premiar de esa manera nuestra decisión de seguirlo, viviendo la vida que Él nos propone en su Evangelio, Noticia Nueva, que nos enseña la verdadera manera de vivir la vida. Imaginemos esa vida, que no conocemos, comparándola con ésta que estamos disfrutando y que tantas insatisfacciones de todo tipo nos está dejando: problemas de salud, de convivencia, de carencias. Y en aquella no tendremos necesidad de nada de esto porque tendremos a Dios, y con Él lo tendremos todo. Una vida sin carencias, plena de bondad, belleza y amor. Bueno, yo creo que vale la pena hacer la lucha por llevar la cruz hasta el Calvario y esperar, confiados, la Resurrección.
Propósito: Hoy, al recibir la Eucaristía, trataré de ser consciente de la fortuna que tengo al poder alimentarme con ese Pan.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. Agosto 19 de 2018
J. RUIZ
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