Mateo 13, 44-46
El Reino de los Cielos, personificado en Jesús, es ese Tesoro escondido, es esa Perla de Gran valor.- Y su valor, para poder adquirirla, es: todo lo que somos y tenemos. Solamente si nos entregamos totalmente, sin dejar restos, podremos ser propietarios de ese Tesoro. O sea que tenemos que ser buenos negociantes y ser capaces de discernir qué es lo que tiene más valor para nosotros: si ese montón de "perlitas" o "tesoros" que el mundo nos ofrece a manos llenas y que parecen capaces de llenar nuestras ansias de más, o Jesús, la Perla escondida, que sí es capaz verdaderamente de llenar nuestro vacío y nuestra sed de eternidad. Pero tenemos que buscar ("buscad y hallaréis"), sin descanso y con la ayuda del Espíritu Santo, hasta encontrarla y saberla reconocer entre los encuentros de cada día. Y, sobretodo, estar dispuestos a entregarnos a nosotros mismos por ella.
Propósito: Hoy trataré de encontrar, entre las personas y cosas que me rodean, los valores que me indiquen el Tesoro escondido que ando buscando.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Agosto 1 de 2018
J. RUIZ
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