Lucas 1, 46-56
María se hizo grande alabando y bendiciendo a Dios porque Él hizo en ella maravillas.- No porque ella haya hecho cosas maravillosas y extraordinarias. Así lo entendió en su corazón y así lo manifestó en su canto del Magníficat: "Todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso". La verdadera grandeza es tener la humildad de sentirse esclavo y dejar que se haga según la voluntad del Señor, abandonándose, con plena confianza, en sus brazos misericordiosos, con la certeza firme de que Él proveerá. Pidámosle a María que nos ayude en la preparación de nuestro corazón para que la llegada de su Hijo, que ya se acerca, lo encuentre dispuesto y listo para una verdadera Navidad.
Propósito: Hoy, el Santo Rosario, lo ofreceré en acción de gracias por la Navidad y mi familia.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Diciembre 22 de 2016
J. RUIZ
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