Mateo 1, 18-24
Como José se ganó la confianza del Señor, debemos hacerlo nosotros.- En estos día de Adviento, previos y ya cercanos a la Navidad, recordamos mucho, en nuestra vida espiritual, al Niño Jesús y a María. Pero talvez no nos acordamos mucho de aquel Hombre Justo que se ganó la confianza del Padre, hasta el punto de que lo escogiera para ser su Padre en la tierra en su Proyecto de salvación de la humanidad. Fue el encargado, nada menos ni nada más, que de cuidar a Jesús y María durante su paso por la vida terrenal. Estuvo a cargo de proveer a todas sus necesidades que, como personas comunes y corrientes, tuvieron, y de minimizar los sufrimientos y tristezas que, como desplazados por Herodes, los acompañaron en la huida y estadía en Egipto como refugiados. Recordemos, pues, hoy a este Varón Justo, humilde y silencioso, testigo fiel y firme de la gesta gloriosa de la Salvación.
Propósito: Hoy recordaré a José, el carpintero de Nazareth, como el hombre bueno a quien tratar de imitar.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. Diciembre 18 de 2016
J. RUIZ
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