Herodes quiere matar a Jesús. "...En aquel mismo momento se acercaron algunos fariseos, y le dijeron: Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte. Y él les dijo: Id a decir a ese zorro: Yo expulso demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana, y al tercer día soy consumado. Pero conviene que hoy y mañana y pasado siga adelante, porque no cabe que un profeta perezca fuera de Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina su nidada bajo las alas, y no habéis querido! Pues bien, se os va a dejar vuestra casa. Os digo que no me volveréis a ver hasta que llegue el día en que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!". Lucas 13, 31-35
Jesús, llorando sobre Jerusalén, se lamenta de todas las invitaciones y llamadas del Padre a sus gentes para que se convirtieran y no le han hecho caso. La conversión implica un cambio consciente de mentalidad, una reorientación nueva de la vida hacia Dios, y para ello es preciso reconocer que somos pecadores y manifestar de alguna manera palpable que estamos arrepentidos y dispuestos al cambio. Y el Padre se alegraría por esa conversión y nosotros deberíamos alegrarnos con Él por su perdón y por su misericordia.
Propósito: Hoy procuraré hacer más efectiva mi conversión y mi alegría por esa otra oportunidad.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO ´PROCLAMO !
Jueves. Octubre 30 de 2014
J. RUIZ
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