Quiero misericordia y no sacrificio |
Mateo 12, 1-8
La Ley se puede convertir en una cadena bien pesada y molesta que nos impide vivir el Evangelio, si no la cumplimos con amor, anteponiendo a la mera letra y forma de ella, la caridad, regida por la compasión y la misericordia por los demás, que es lo que le da sentido y razón de ser. El examen final no será sobre la letra memorizada de las normas, sino sobre el bien que hicimos a los demás, especialmente a los "hambrientos, a los sedientos, a los perseguidos, a los pobres", sin tener en cuenta si era "sábado" o no. El espíritu de la Ley, la intención de ella, es lo que hay que tener en cuenta, no la forma ni las meras palabras con que es presentada.
Propósito: Procuraré ser "amplio" para considerar a los demás y "estricto" para conmigo mismo.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Julio 19 de 2013
J. RUIZ
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