"...Y partiendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa quería que nadie lo supiese, pero no logró pasar inadvertido, sino que, en seguida, habiendo oído hablar de él una mujer, cuya hija estaba poseída de un espíritu inmundo, vino y se postró a sus pies. Esta mujer era pagana, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio. El le decía: Espera que primero se sacien los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos. Pero ella le respondió: Sí, Señor; que también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños. El, entonces, le dijo: Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija. Volvió a su casa y encontró que la niña estaba echada en la cama y que el demonio se había ido".
Marcos 7, 24-30
Una fe sin reservas vence hasta las objeciones de Jesús.- No hay nada que pueda oponerse a la fuerza de la fe. No sólo mueve montañas sino que inspira a responder cualquier objeción, incluso la de Jesús que, aunque talvez sea de prueba, parece irrefutable. Pero el amor que impulsa a esta mujer a tener esa fe inquebrantable, no puede ser vencido por nada ni por nadie. Y menos por el corazón compasivo y misericordioso del Maestro quien, ante el desespero de la mujer extranjera por la posesión de su hija por el Maligno, se derrite y no puede sino concederle que sea como ella quiere. Enseñanza de fe sin fronteras y de perseverancia ante los obstáculos que se puedan presentar.
Propósito: Hoy perseveraré en mis peticiones al Señor, aunque parezca no escucharme, convencido de que, con mi fe, venceré su resistencia.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Febrero 14 de 2019
J. RUIZ
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