Marcos 10, 2-16
"Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre".- Definitivamente, por más vueltas jurídicas o teológicas que se le dé al asunto de la indisolubilidad del matrimonio, éste, como lo concibió e instituyó el Creador desde el principio, para ser algo más que una asociación para propender por la sana conservación de la especie humana, debe ser indisoluble y durar toda la vida. Debe ser símbolo de la unión de Dios con nosotros. Y, si nos apartamos de Él...¿qué queda? ¿Podrá funcionar esa unión con Él alejado de nosotros? No es posible. Porque "sin Él no soy nada, pero con Dios, todo es posible". Pero tenemos que ser conscientes de que, si buscamos sólo una "asociación" para lograr fines comunes, no se llamará "matrimonio". Y, por más que traten de explicarlo los defensores de la "identidad de género", siempre su explicación quedará coja, porque faltará el poder de quien instituyó, con fines específicos, el verdadero matrimonio que implica la conformación de una "sola carne".
Propósito: Hoy haré una oración por la estabilidad de mi matrimonio y de todos los matrimonios de la parroquia.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. Octubre 7 de 2018
J. RUIZ
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