Juan 7, 1-2.10.25-30
Así como a Jesús, a pesar de haber llegado a Jerusalén sin hacer ruido, más bien tratando de pasar desapercibido, las gentes lo reconocieron, deben también las gentes de hoy en día, reconocernos a los cristianos por el testimonio de nuestra forma de vida coherente con nuestras ideas, que no deben ser otras que las que predicó, con su Palabra y con su vida el mismo Jesús: amor al Padre, con quien estaba en continua comunicación por medio de la oración, y acogida y servicio a los hermanos, especialmente a los más necesitados que eran, como en todos los tiempos, los pobres, los perseguidos, los discriminados y marginados en alguna manera por la sociedad. Que sea nuestro propósito en la Cuaresma hacernos conocer como cristianos por nuestro comportamiento en la comunidad a la que pertenecemos.
Propósito: Hoy examinaré cómo está mi coherencia de vida.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Marzo 15 de 2013
J. RUIZ
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